Tras sorprender con su debut en la infravalorada y ritchieniana Layer
Cake donde quizás haya sido el aliciente para que Craig fuera Bond,
continuó con un maravilloso cuento llamado Stardust rescatando la
emoción que este tipo de aventuras había perdido, supuso una revelación
en Kick-Ass, para mí sigue siendo su mejor película, rompiendo los
tópicos del género y haciendo reír a rabiar de forma ingeniosa,
divertida y original, y no fue hasta 2011 cuando Vaughn creó su obra más
comercial y conocida para el público en general, que fue la mejor
entrega de los X-Men hasta la fecha, una Primera generación realmente
fascinante.
Cuatro años después y tras abandonos de películas como Días del futuro
pasado y Kick-Ass 2, por fin volvió como sus fans más acérrimos
queríamos y lo ha hecho de una manera paródica mezclando lo mejor de
Kick-Ass con todo lo referente al cine de espías, rompiendo
estereotipos, riéndose de situaciones que no todos se reirían, mucho
humor negro y ante todo acción bien rodada, véase la escena de la
iglesia sin apenas cortes si mal no recuerdo. Colin Firth realiza su
primer papel de acción rocambolesco y radical que a modo de Gentleman
con estilo serio logra sacar las carcajadas que no me provocó en la
sobrevalorada El diario de Bridget Jones.
Vaughn aprovecha bien los personajes y manteniendo un tono fresco que no
original logra ser solvente al solapar la acción y el humor, aunque
esto le pase factura en la primera hora con un tono más serio que se va
volviendo más divertido con el paso de los minutos y es cuando
descubrimos a la nueva joven promesa Taron Egerton que simula el carisma
de Firth y logra hacer un personaje que espero que herede una
franquicia. Samuel L.Jackson con un acento más a lo Django desencadenado
logra ser un villano memorable y gracioso junto a una seria Sofia
Boutella. Se agradece ver a veteranos como Michael Caine y Mark Hamill
en la producción, y que haya sorpresas y giros realmente valientes e
inesperados que no todas las cintas del género logran bordar. Henry
Jackman también borda una banda sonora con aroma del soundtrack de Alan
Silvestri para Los Vengadores.
En definitiva, una cinta poderosa, gamberra y realmente impactante por
momentos que no pararás de reír en su macabro y descabellado acto final,
intensa en cuanto a acción y graciosa en cuanto a humor, una mezcla
impensable, loca y casi redonda que no debería perderse nadie sobretodo
los que se divirtieron con Kick-Ass.